23 de abril.

El 23 de abril se celebra el Día del Libro, oficialmente Día mundial del libro y del derecho de autor. La idea de esta celebración surge en Cataluña, por parte del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, quien en 1926 propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona la celebración de un día dedicado al libro. Originalmente se celebraba el 7 de octubre, fecha probable del nacimiento de Cervantes. En 1930 se translada al 23 de abril, coincidiendo con Sant Jordi. Se convierte así en una tradición el regalar una rosa y un libro, y es uno de los motivos por los que la UNESCO en 1995 elija esta fecha como Día Mundial del Libro, a propuesta de la UTE (Unión Internacional de Editores) y presentada por el Gobierno de España.

El 23 de abril es también una fecha importante en la literatura, pues se establece que ese día en 1616 fallecen Cervantes y Shakespeare. (no es cierto, Cervantes murió el 22 de abril y fue enterrado el 23, y Shakespeare murió en mayo, pero los británicos no abandonaron el calendario juliano hasta el siglo XVIII) El que si fallece el 23 de abril de 1616 es Inca Garcilaso de la Vega, y en 1981, Josep Pla. No todo van a ser decesos entre los escritores; George Steiner, Halldór Laxness, Maurice Druon o Augusto D´Halmar nacieron en esta fecha. Bueno, y Tita Cervera, que aunque creo que no es autora de ningún libro (de momento) ya tiene memorias autorizadas y no autorizadas, y aparecerá en los libros como una de las mecenas del arte en España.

En el 23 de abril se rinde homenaje mundial al libro y a sus autores, y con los actos que se celebran en las librerias y en las ciudades, se pretende fomentar la lectura y el respeto a sus creadores. Es uno de los días en los que la venta de libros es más importante y en el que editoriales y librerías presentan las novedades. Se organizan firmas de libros, tanto en librerias como en las ferias que se preparan para este día. También el 23 de abril, la UNESCO anuncia la ciudad que va a ser la Capital Mundial del Libro.

Por si alguien siente la imperiosa necesidad de seguir con la tradición y regalarme un libro, me faltan estos dos para completar mi colección de Dune. Ale, ahí lo dejo.

                            

Y ya si me queréis mucho, mucho, mucho, este es el listado de libros del Mundodisco que todavía no obran en mi poder: 

25. La verdad.
26. El ladrón del tiempo.27. El último héroe.
28. El asombroso Mauricio y sus roedores sabios.
29. Ronda de noche.
30. Los pequeños hombres libres.
31. Regimiento monstruoso.
Gracias.

Caperucita Roja

Que si, que ya, que siempre que le lavo la cara al blog juro y perjuro que voy a ser constante, que voy a escribir asiduamente... y luego, ala, un año en blanco. Así que esta vez nada de promesas, al lío y punto.

En estos últimos meses he ampliado bastante mi mundo craft. A principios del milenio empezó mi aficción por el punto y el crochet, y ahora me atrevo con la costura a mano y con la máquina de coser. He retomado las nociones del cole en papel maché, y me atrevo a lijar y pintar madera. Todo un reto para mi. Y para muestra, un botón.

A finales de invierno se me ocurrió hacerle a la peque una capa de lana para que la utilizase los días mas fresquitos de primavera. Buscando, buscando, y como le encanta Caperucita, me atreví a tejer una caperuza roja. 4 ovillos de Merino Extra de Katia y un fin de semana después, vió la luz. Pero me faltaba el botón para tan preciosa capita. Y como siempre, la sin par Marga, tuvo la idea de comprar telas en UK. La ví y ví lo que haría con ella. Es Kokka Red Riding Hood. Cómo no. Con los restos de la falda, forré el botón de la capa. Todavía no nos hemos puesto las dos piezas juntas, porque la primavera por estos lares se lo está tomando con calma. Cuando lo consigamos, actualizo.

Espero que os guste. Y en la próxima falda, enlazaré al tuto, por si os animais.