Mi bufanda gigante.

17 enero 2012

Cuando terminé las dos bufandas para Claudia (Bufanda calada con ochos y Bufanda de corazones) me apetecía tejer algo sencillito, que no tuviera que llevar la cuenta de aumentos y disminuciones, algo con lo que sentarme tranquilamente y relajarme. Mi necesidad de un proyecto relajante se unió a que tenía ganas de tejer algo para mi, una bufanda laaaaaaaaaarga y calentita. Así que cuando cayó en mis manos el último Cuore Biuty, que por cierto, aún no he leído, me dió en los ojos una foto de Blake Lively parando un taxi con unos taconazos y una super bufanda que me pareció justo lo que buscaba. De nuevo, visita a Lanas Pili a buscar lana. Compré tres ovillos, pero como era la primera vez que utilizaba unas agujas tan gordas, me pasé con el ancho y tuve que volver a por un cuarto ovillo.

A por ella: agujas de 10 mm y 4 ovillos de 100 gr de Astún de Lanas Stop, 55% acrílico y 45% lana, en color 710, tintada 30761. Empezamos y terminamos con 15 vueltas de punto elástico 1x1. El resto, punto bobo derecho hasta que tengamos el largo deseado; en mi caso quedó una bufanda de un largo de 225 cm y un ancho de35 cm.

Y así, en dos noches casi sin darme cuenta, acabada. Y puedo decir que es super gustosa, y larguísima, y anchísima, y queda genial con todos los estilos. Si quieres empezar, este es el patrón perfecto por la rapidez y facilidad de su confección y porque es algo muy utilizable, si te gustan las bufandas gigantes como a mi, claro.

Bufanda calada con ochos.

15 enero 2012


Estoy muy orgullosa de esta bufanda, porque es el primer patrón de calados 100% mio. Al principio del otoño le compré a Claudia una boina morada, pero claro, no hacía frio, y sólo pensé en lo mona que estaba, no en que iba a necesitar una bufanda para los fresquitos días de invierno. Me planté en la tienda de lanas con mi gorrito y me llevé la lana cuyo color era el más parecido (lo mismo me pasó con la bufanda rosa, llevé la capota a la tienda para pillar la lana). Puedo asegurar que esto me va a seguir pasando, porque la lógica desaparece cuando veo sombreros y gorros, me encantan y no soy de esas mamis que llevan a sus nenas perfectamente conjuntadas, gorro, bufanda, manoplas, lazos, medias... todo de la misma marca y exactamente de la misma gama cromática.

Voy a poner el patrón, pero hay un problema, aprendí a tejer en inglés, por lo que lo escribí en ingles. Así que a lo mejor llamo a las cosas de otra manera a como se dice en español. Vamos a intentarlo:

La osita bailarina.

13 enero 2012



Ciertas personas de mi entorno consideran que tengo una personalidad obsesivo-compulsiva. No estoy de acuerdo con ellos, ni el yo que escribe ahora ni ninguno de los otros que forman mi yo paranoide-esquizofrénico. Al grano. Cuando Claudia cogió el elefantito que por cierto, no tejí para ella, pero quién es la guapa que se lo quita ahora, me dijo que quería una bailarina. Y a las 12 de la noche, rebusqué entre los restos, y encontré una lana marrón que ni idea de dónde había salido. Así que volví a armarme con mi libro de patrones y a las 3 y media de la mañana nació esta pequeña osita que le ha alegrado la mañana a la peque. Veremos que toca esta noche. Dormir, espero.


P.D.: Ya se que las fotos son una castaña. Prometo que cuando aumente mi colección haré una sesión fotográfica de más calidad. O algo.


Por si os interesa, aquí dejo el enlace del libro del que estoy hablando, Amigurimi World, de Ana Paula Rimoli.

Elefantito azul

12 enero 2012


Tengo una cantidad considerable de restos de lanas que no servían para otra cosa que no fuera hacer mini ovillos para almacenar. Como soy tan caótica y empiezo mil cosas a la vez, tengo mezcladas las etiquetas de los ovillos, así que no se cual es cual para volverla a comprar. De todas maneras, la mayor parte están compradas en Madrid, por lo que la precaución de guardar cada resto con su etiqueta ahora me serviría de bien poco.

Hace mucho tiempo que conozco los amigurimis. Para los que no los conozcais, son pequeños amiguitos realizados en crochet. Me parecían dificilísimos de tejer. Pero el desorden en mi cesto de lanas me dió la idea de intentarlo. Y me puse manos a las agujas. En mayo tejí un precioso conejito que enseguida se hizo inseparable de Claudia. Y el lunes, resaca de navidades, me encontré guardando el papel de regalo con un ovillo nuevecito de lana azul, al que se le puso de repente una cara de elefante... 

Manos a la obra. Cogí mi libro "Amigurimi World" de Ana Paula Rimoni y mi cajón desastre, et voilá, elefantito azul con su bufanda y todo, que hoy hace un frío que..., bueno, que hace mucho frío. (jejeje)

Bufanda de corazones

06 enero 2012









 Cuando empecé a interesarme por esto de las agujas, descubrí muchos patrones preciosos, pero claro, no tenía tiempo ni cuello para tantas bufandas. Y guardé este patrón porque me apetecía muchísimo hacerlo. Luego empecé a planear la venida de un bebé a mi vida, y me dediqué a mantitas, ositos, jerseys, patuquitos... y abandoné los proyectos sencillos. Y al fin, Claudia tiene edad para llevar bufandas bonitas, y yo tengo tiempo para tejerlas.